jueves, 31 de enero de 2008

Perfumes.. Aromas... Nostalgias...


Charlando ayer al mediodía con un amigo, el cual se encuentra viviendo en el exterior, le preguntaba que qué era lo que mas extrañaba estando lejos, porque quería de alguna forma hacerle llegar por este medio un poquitin de aquello que despertaba su nostalgia... y su respuesta me sorprendió, pero al minuto lo entendí a la perfección... me dijo... uffffffff es muy complicado.. lo que extraño son los Perfumes.... no le entendí bien y se lo hice saber... y me respondió.... sí, por ejemplo el olor a Asado a estas horas.....

Anoche me quedé pensando en ello, y me imaginé lejos de esta tierra, y me di cuenta y comprendi del todo lo que el me habia querido decir... Es tal el ritmo de vida que llevamos, las preocupaciones, los apuros, que no nos damos cuenta de esas pequeñas joyitas que nos rodean.... El salir los domingos al mediodia y saber que por cualquier calle que se vaya, en cualquier provincia... sentiremos el olor del asadito haciendose a la parrilla, en el caso de Mendoza como en otras provincias, el aroma de la leña seca quemandose, y en otras el perfume a carbón.... y uno ya sabe que eso es sinónimo de por lo menos dos personas paradas junto al fuego, tomándose una copita de vino y charlando de fútbol, trabajo, política o ya programando el próximo encuentro... y nosotras las mujeres... preparando las ensaladas, las empanadas y alguna picadita de queso, aceitunas y salamín, para arrimar al asador.

También pensé en mi lugar de trabajo, donde paso tantas horas, el cual considero "parte de mi rutina", y recordé el perfume a Tilos que entra por mi ventana en los meses de Noviembre y Diciembre, el cual llega desde un parque que queda a media cuadra de aqui.... eso sería algo que seguramente extrañaría... al igual que el olor a café haciendose en las mañanitas o tardecitas de invierno... el perfume a los papeles que llenan mi escritorio....

El perfume a sopaipillas (o tortas fritas) que se siente al pasar por alguna casa los dias de invierno, cuando la llovizna finita no cesa de caer, sabiendo que dentro de un rato serán acompañadas por unos mates.

Son tantos los perfumes.... tantos los aromas que nos acompañan a diario que casi nunca nos percatamos de ellos porque son parte nuestra, hasta que, como mi buen amigo, nos encontramos lejos.


Miriam


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