martes, 5 de febrero de 2008


Tarde mendocina iluminada al comienzo con abrazantes rayos de sol, que luego se extinguen tras las nubes grises cargadas del agua que ahora bañan tus calles. Tarde mendocina que tanto te me pareces, que sonries por quienes te rodean y lloras añorando lo que ya no está...

Camino por tus veredas, esas que tanto he recorrido, las que a diaro silenciosas me ven pasar, las que adornadas de árboles y ruidos de acequias, conocen mis pasos casi como mi pensar. Hoy no miro tus vidrieras, hoy camino sin contemplarte, sumergida en mi propio mundo, intentando comprender, como se pasa la vida, como el tiempo no espera, como es que el final de algo llega, y uno no lo quiere aceptar...

Cosas que hasta ayer soñaba, cosas que consideraba hechas, y hoy son solo proyectos que ya no se haran realidad. Giros que da la vida, danzando con nuestro destino, vida que mucho nos quita, y sin embargo tanto nos da...

Brisa.. soplas suave trayendo gotas de lluvia, que me devuelven a la realidad.... Mendoza, sigo caminando en tus calles, vuelves a acompañarme con el murmullo de tus habitantes, vuelves a abrazarme con tu perfume a tilos, césped y asfalto húmedos, ruido de acequias, ramas crujientes de Acacias y Carolinos...

Todo sigue... nada se detiene... el curso de las cosas, aunque diferente, no deja de avanzar... otro dia se termina... como tantos otros terminaron... con muchas cosas nuevas, y otras que no volveran...



Miriam

No hay comentarios: