domingo, 30 de septiembre de 2007

El club de los holgazanes (II)...

Una discusión acalorada

Otra anécdota relata que un buen día, varios miembros de la Sociedad se encontraban reunidos en una de sus habituales tertulias. De un momento a otro, por la ventana que daba a la calle vieron pasar al galope un jinete montado en brioso corcel. Cuenta Lucio Funes que recién después de un rato -cuando ya se había perdido el eco de las pisadas del caballo- uno de ellos exclamó en tono sentencioso:
- ¡Lindo el colorado!
Un rato después, otro de los tertulianos le replicó:
-¡Era tostado!
El primero, después de meditar, fruncido el entrecejo, en señal de cavilación, repuso a su vez:
-¡Era colorado!
Ante semejante disidencia - que sabe Dios en lo que iba a terminar- púsose de pie otro consocio, y oprimiéndose con una mano el pecho, dijo a su vez:
- ¡Ustedes me disculpen, pero como sufro del corazón, no puedo asistir a una discusión tan acalorada!
Y, de inmediato, se fue a su casa.

2 comentarios:

Alfredo dijo...

JAJAJAJA si seran holgaznes juer y ademas delicados.

Miriam dijo...

clarito Alfredo, que no por ser holgazanes dejan de tener sentimientos jijiji